CUADERNO DE ARTISTA LETICIA 19/02/2019 --> Al "color carne" le faltan rayos uva.
19/02/2019
A penas cumplí los 9 años mis padres me regalaron una perrita, se llamaba Canela, un nombre muy original, ¿adivinas por qué?... En efecto, su pelaje era similar a las 2 gotas de café con leche que tomaba mi padre por las mañanas o a los nostálgicos iris de mi abuela Julia..
La verdad es que siempre guardé cierta compasión hacia Canelita, o al menos desde que mi madre me contó aquello de que los perros solo podían ver en blanco y negro, (siempre me quedó la duda de cómo podía afirmar eso un ser humano)...
-¡¿Entonces los perros no pueden ver el arco iris?! - pregunté atónita con los ojos empañados.
-Mmm, pues no...pero pueden disfrutar de las películas de Hitchcock - respondió esperanzada mi madre en no sacar el paraguas.
- ¿Y Cenicienta la pueden ver?
-Bueeenoo, quizás no la vean del todo igual. Pero Los Ciento Un Dálmatas son idénticos...
Aquella frase removió algo en mí "quizás no la vean del todo igual"...
Mi madre solía decir que la ropa de Desigual era un tanto fea, y a mi abuela, de raíces andaluzas, le encantaba, decía que aquellas prendas tenían un "color sevillano" muy "grasioso"...
Entonces... a fin de cuentas, "ninguna veíamos del todo igual las cosas", ¿qué problema hay en ser diferente?.
Hoy en clase de Leticia hemos ido a un plató de televisión a maravillarnos de las palabras de una mujer que le aporta un "pantone único" a la vida... ¿su nombre?, Angelica Dass. La artista nos ha hablado de un proyecto que parió en 2012, "El Proyecto Humanae".
Con este proyecto busca hacer una crítica social hacia los estereotipos asociados al concepto de la raza, con todo lo que esto conlleva (color de piel, facciones, clase social, etc) ya que desgraciadamente seguimos viviendo en un mundo en el que el racismo y los estereotipos siguen presentes en nuestro día a día.
El Proyecto Humanae, busca educar en valores mediante la fotografía, mostrando lo enriquecedora que es la diversidad que existe en la raza humana y cómo "TODOS somos de nuestro padre (PANTONE XY) y de nuestra madre (PANTONE XX)".
Angelica retrata la diversidad a través de fotografías de rostros de todos los países, sacándoles el pantone que llevan "fuera". En sus exposiciones muestra su colección de retratos de manera ordenada en cuanto a su disposición vertical, pero intencionalmente mezclada y "fuera de tono", de tal forma que resalta ver lo absurdo que es aquello del "color carne" que te enseñan en la escuela. También, entre retrato y retrato, existen huecos vacíos, que según ella representan el "larga vida a la reina"... para Angélica, esto no acaba aquí, pretende seguir luchando por un mundo mejor, en el que los daltónicos, los negros, los blancos, los altos, los flacos, los gordos, los dermatíticos, las mujeres, los discapacitados, etc sean bien recibidos, y en el que no se tengan días "negros", ni se utilice el "color carne" en las aulas.
Finalmente, me gustaría comentar la experiencia en plató, en la que lo más natural era la sonrisa de Angélica y su cercanía con cada uno de sus admiradores allí presentes, ya que las preguntas estaban pactadas de antemano, lo cual nos decepcionó un poco a todos, ya que solo éramos una pieza más en aquella obra de teatro.
...Y colorín colorado, este cuento aún no ha acabado...
"AL COLOR CARNE LE FALTAN RAYOS UVA"
La verdad es que siempre guardé cierta compasión hacia Canelita, o al menos desde que mi madre me contó aquello de que los perros solo podían ver en blanco y negro, (siempre me quedó la duda de cómo podía afirmar eso un ser humano)...
-¡¿Entonces los perros no pueden ver el arco iris?! - pregunté atónita con los ojos empañados.
-Mmm, pues no...pero pueden disfrutar de las películas de Hitchcock - respondió esperanzada mi madre en no sacar el paraguas.
- ¿Y Cenicienta la pueden ver?
-Bueeenoo, quizás no la vean del todo igual. Pero Los Ciento Un Dálmatas son idénticos...
Aquella frase removió algo en mí "quizás no la vean del todo igual"...
Mi madre solía decir que la ropa de Desigual era un tanto fea, y a mi abuela, de raíces andaluzas, le encantaba, decía que aquellas prendas tenían un "color sevillano" muy "grasioso"...
Entonces... a fin de cuentas, "ninguna veíamos del todo igual las cosas", ¿qué problema hay en ser diferente?.
Hoy en clase de Leticia hemos ido a un plató de televisión a maravillarnos de las palabras de una mujer que le aporta un "pantone único" a la vida... ¿su nombre?, Angelica Dass. La artista nos ha hablado de un proyecto que parió en 2012, "El Proyecto Humanae".
Con este proyecto busca hacer una crítica social hacia los estereotipos asociados al concepto de la raza, con todo lo que esto conlleva (color de piel, facciones, clase social, etc) ya que desgraciadamente seguimos viviendo en un mundo en el que el racismo y los estereotipos siguen presentes en nuestro día a día.
El Proyecto Humanae, busca educar en valores mediante la fotografía, mostrando lo enriquecedora que es la diversidad que existe en la raza humana y cómo "TODOS somos de nuestro padre (PANTONE XY) y de nuestra madre (PANTONE XX)".
Angelica retrata la diversidad a través de fotografías de rostros de todos los países, sacándoles el pantone que llevan "fuera". En sus exposiciones muestra su colección de retratos de manera ordenada en cuanto a su disposición vertical, pero intencionalmente mezclada y "fuera de tono", de tal forma que resalta ver lo absurdo que es aquello del "color carne" que te enseñan en la escuela. También, entre retrato y retrato, existen huecos vacíos, que según ella representan el "larga vida a la reina"... para Angélica, esto no acaba aquí, pretende seguir luchando por un mundo mejor, en el que los daltónicos, los negros, los blancos, los altos, los flacos, los gordos, los dermatíticos, las mujeres, los discapacitados, etc sean bien recibidos, y en el que no se tengan días "negros", ni se utilice el "color carne" en las aulas.
Finalmente, me gustaría comentar la experiencia en plató, en la que lo más natural era la sonrisa de Angélica y su cercanía con cada uno de sus admiradores allí presentes, ya que las preguntas estaban pactadas de antemano, lo cual nos decepcionó un poco a todos, ya que solo éramos una pieza más en aquella obra de teatro.
...Y colorín colorado, este cuento aún no ha acabado...
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