HOMESCHOOLING
Esta semana nuestra profesora de "OGIPE", nos mandó un trabajo a cerca del "Homeschooling" o educación en casa.
Esta es una modalidad alternativa de educación que se lleva íntegramente a cabo desde el hogar, en lugar de un colegio público o privado. Normalmente en este modo enseñanza, es la figura materna o paterna la que adopta el papel del profesor o profesora del niño.
Finalmente tras leer tan diferentes y polémicos artículos sobre lo que es bueno o no para la educación de los niños... me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo "¡Qué difícil es ser profesora!”, “¡Qué difícil ser madre!”, “¡Qué difícil es ser niño!”, pero, “¡Qué fácil opinar!…
En ese momento volví a mi niñez para tratar de comprenderme (cosa que nunca he conseguido), pero esta vez como conejillo de indias ante tan diferentes posturas… justo en ese momento me acordé de la Declaración de Derechos del Niño, la misma que sentencia en su principio séptimo: "el niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales". Seguidamente me vino la imagen a la cabeza de Yaqui…
A penas tenía 6 años, ya era una “niña mayor” y por suerte o por desgracia respiraba el ambiente del colegio. Yaqui era la niña que teníamos apadrinada, una niñita como yo, pero al otro lado del charco…En eso que llaman “Tercer Mundo”, el lugar de los olvidados, dónde la gente no se cuestiona si educar en casa o en el colegio, ya que muchos no tienen una familia que les proteja, y los “más afortunados” a duras penas conocen el término “escuela” sin que nadie les abra sus puertas.
No seré yo quien desde mi ignorancia defienda o aborrezca el Homeschooling, a pesar de mis reservadas diferencias con el Sistema Educativo Español o mis ansias de ser profesora y como no, la ilusión de ser madre para poder estar con mis pequeños todo el tiempo que ellos me dejen.
Sin embargo, sí puedo hablar desde la experiencia de una adolescente “primermundista” y afortunada que gozó de una madre profesora, a la que debo demasiadas enseñanzas y “lecciones” únicas. La misma que “me cortó el cordón umbilical” y me abrió los ojos para aquel “duro” despertar, la autonomía que se desarrollaba en una escuela educadora… De esta aprendí muchos valores (erróneos o no, para gustos los colegios) pero sin duda me quedo con Estrella, Mario, Adela, Jaime y Belén, (aunque me robase los bolis -.-).
Con todo ello y aunque suene maleducado… ¡Viva la madre que me parió y la escuela que me educó!... pero sobre todo ¡Vivan los derechos del niño! Y luchemos porque todos se puedan plantear al menos, si quieren o no hacer “homeschooling”.
https://www.youtube.com/watch?v=8YL9OkYoqTU&t=1s
Esta es una modalidad alternativa de educación que se lleva íntegramente a cabo desde el hogar, en lugar de un colegio público o privado. Normalmente en este modo enseñanza, es la figura materna o paterna la que adopta el papel del profesor o profesora del niño.
Finalmente tras leer tan diferentes y polémicos artículos sobre lo que es bueno o no para la educación de los niños... me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo "¡Qué difícil es ser profesora!”, “¡Qué difícil ser madre!”, “¡Qué difícil es ser niño!”, pero, “¡Qué fácil opinar!…
En ese momento volví a mi niñez para tratar de comprenderme (cosa que nunca he conseguido), pero esta vez como conejillo de indias ante tan diferentes posturas… justo en ese momento me acordé de la Declaración de Derechos del Niño, la misma que sentencia en su principio séptimo: "el niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales". Seguidamente me vino la imagen a la cabeza de Yaqui…
A penas tenía 6 años, ya era una “niña mayor” y por suerte o por desgracia respiraba el ambiente del colegio. Yaqui era la niña que teníamos apadrinada, una niñita como yo, pero al otro lado del charco…En eso que llaman “Tercer Mundo”, el lugar de los olvidados, dónde la gente no se cuestiona si educar en casa o en el colegio, ya que muchos no tienen una familia que les proteja, y los “más afortunados” a duras penas conocen el término “escuela” sin que nadie les abra sus puertas.
No seré yo quien desde mi ignorancia defienda o aborrezca el Homeschooling, a pesar de mis reservadas diferencias con el Sistema Educativo Español o mis ansias de ser profesora y como no, la ilusión de ser madre para poder estar con mis pequeños todo el tiempo que ellos me dejen.
Sin embargo, sí puedo hablar desde la experiencia de una adolescente “primermundista” y afortunada que gozó de una madre profesora, a la que debo demasiadas enseñanzas y “lecciones” únicas. La misma que “me cortó el cordón umbilical” y me abrió los ojos para aquel “duro” despertar, la autonomía que se desarrollaba en una escuela educadora… De esta aprendí muchos valores (erróneos o no, para gustos los colegios) pero sin duda me quedo con Estrella, Mario, Adela, Jaime y Belén, (aunque me robase los bolis -.-).
Con todo ello y aunque suene maleducado… ¡Viva la madre que me parió y la escuela que me educó!... pero sobre todo ¡Vivan los derechos del niño! Y luchemos porque todos se puedan plantear al menos, si quieren o no hacer “homeschooling”.
https://www.youtube.com/watch?v=8YL9OkYoqTU&t=1s
Comentarios
Publicar un comentario